El planeta quema lento: cuando el clima mata más que el cáncer
El mundo no se termina con una explosión. Tampoco con un grito. El mundo, si está terminando, lo hace en silencio, mientras dormimos con el aire acondicionado encendido. Hay quienes aún imaginan el Apocalipsis como una escena bíblica: fuego, trompetas, ciudades ardiendo. Pero en realidad se parece más a una tarde sofocante en Nueva Delhi donde el cuerpo se rinde antes que la voluntad. O a un mosquito en Tucumán que transmite dengue a una nena que no tiene repelente. O a una tos persistente en…