La NASA revela indicios de vida microscópica en una roca de Marte, desatando nuevos debates sobre la existencia de vida en el planeta rojo.
Un reciente hallazgo de la NASA ha encendido la esperanza de descubrir evidencia de vida en Marte. El rover Perseverance, que explora el cráter Jezero, ha identificado en una roca denominada Cataratas de Cheyava señales que podrían indicar la presencia de vida microscópica en el pasado del planeta. Estas señales, que incluyen manchas y estructuras químicas, están siendo descritas como las más complejas y potencialmente significativas encontradas hasta la fecha.
La roca Cataratas de Cheyava muestra «firmas químicas y estructuras» que podrían ser indicativas de vida microbiana pasada, según la NASA. Estas características son consistentes con posibles indicadores de vida, dado que la región del cráter Jezero, donde se encuentra la roca, albergaba un antiguo lago y un río que podrían haber proporcionado las condiciones necesarias para la vida. Sin embargo, los científicos advierten que aún se requieren investigaciones adicionales para confirmar si estas señales provienen de vida o de procesos no biológicos.
Ken Farley, científico del proyecto Perseverance, describe el hallazgo como «desconcertante» y «potencialmente importante», señalando que la roca contiene compuestos orgánicos fundamentales para la vida y evidencia de agua antigua. Sin embargo, Farley y otros expertos subrayan que las características observadas también podrían ser el resultado de reacciones químicas no relacionadas con organismos vivos.
El descubrimiento ha renovado el debate sobre la necesidad de traer muestras de Marte a la Tierra para un análisis más detallado. Los científicos, como David Flannery y Ester Lázaro, coinciden en que los análisis con los instrumentos actuales en Marte tienen limitaciones, y que un estudio exhaustivo en la Tierra podría ofrecer respuestas definitivas. Lázaro recuerda el precedente del hallazgo de 1996, que también presentó signos de vida pero luego se desestimó por causas alternativas.
El hallazgo también recuerda a descubrimientos anteriores, como la detección de metano por el rover Curiosity en 2014, y la identificación de compuestos orgánicos en 2022. Sin embargo, la necesidad de perforar debajo de la superficie marciana, donde podría encontrarse vida activa, sigue siendo una prioridad.
Este hallazgo de Marte reaviva el debate sobre la posibilidad de vida en el planeta rojo, ofreciendo una nueva perspectiva en la búsqueda de signos de vida extraterrestre y subrayando la importancia de continuar con las exploraciones y estudios detallados.