En una tragedia que sacude a la ciudad, dos mujeres se suicidaron en la madrugada del lunes, dejando un contundente mensaje sobre la crisis habitacional y la indiferencia del sistema.

En una madrugada sombría para Barcelona, dos hermanas de 64 y 54 años tomaron la drástica decisión de quitarse la vida, apenas horas antes de enfrentar un desahucio por impago de alquiler. El trágico suceso ocurrió en el barrio de Navas, donde las mujeres, desesperadas y sin alternativas, dejaron una nota junto al aviso judicial que ordenaba su desalojo.

A las 4:30 de la mañana, las mujeres se arrojaron desde un patio interior del edificio en la calle Navas de Tolosa. La policía catalana investiga el caso como un doble suicidio. Las hermanas debían ser desalojadas a las 11 de la mañana de este lunes por una deuda acumulada de 9.000 euros en alquiler, una cifra que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) ha calificado como un precio inaceptable para dos vidas humanas.

Vecinos y activistas han denunciado la falta de intervención efectiva por parte de las autoridades, pese a que la SIPHO intentó certificar la vulnerabilidad de las mujeres sin éxito. La noticia llega en un momento crítico para Barcelona, donde el precio del alquiler sigue alcanzando cifras récord, exacerbando la crisis de vivienda que afecta a las clases trabajadoras.

Organizaciones sociales como la PAH y el Sindicat de Llogateres han convocado una manifestación en la plaza Sant Jaume para protestar contra los desahucios, mientras que expertos alertan sobre la relación entre la precariedad habitacional y la salud mental, calificando el suceso como un claro ejemplo de «violencia inmobiliaria».