El estudio de chicos superdotados: 50 años de seguimiento y sus impactantes hallazgos

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Desde 1971, miles de jóvenes sobresalientes participaron en el estudio SMPY, que buscaba entender el potencial y el futuro de los niños superdotados. Los resultados revelan no solo éxitos profesionales, sino también desafíos en el ámbito personal.

Hace más de cinco décadas, el psicólogo Julian Stanley lanzó el Estudio de Jóvenes Matemáticamente Precoces (SMPY) en la Universidad Johns Hopkins, reuniendo a estudiantes excepcionales de 12 y 13 años para seguir sus vidas adultas. Más de 3.400 jóvenes participaron en este estudio sin precedentes, diseñado para responder preguntas sobre el potencial y el destino de los niños superdotados.

Bajo la dirección de Stanley, los jóvenes recibieron intervenciones educativas diseñadas para desarrollar su potencial intelectual al máximo. Desde saltarse cursos hasta ingresar tempranamente a la universidad, estas estrategias hicieron una diferencia significativa en sus trayectorias académicas y profesionales. Años más tarde, Camila Benbow y David Lubinski tomaron las riendas del estudio, ampliando su alcance y compromiso a más de 50 años de seguimiento.

Las encuestas periódicas revelan que los participantes del estudio han alcanzado logros destacados en una variedad de campos. Desde la obtención de doctorados hasta la publicación de libros y la creación de patentes, estos individuos han dejado una huella significativa en el mundo académico y profesional. Incluso ganadores del Premio Pulitzer, directores ejecutivos de grandes empresas, y destacados investigadores son parte de este grupo selecto.

Sin embargo, el estudio también pone de manifiesto desafíos y diferencias, especialmente en cuanto a género. Mientras que tanto hombres como mujeres muestran altos niveles de satisfacción con sus vidas y carreras, las diferencias en las elecciones profesionales y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal son evidentes. Los hombres tienden a inclinarse más hacia carreras en STEM y trabajan más horas, mientras que las mujeres a menudo priorizan roles familiares y comunitarios.

A pesar de estas diferencias, la mayoría de los participantes, tanto hombres como mujeres, consideran que la familia es el factor más importante para una vida significativa. Esto refleja la importancia de las relaciones personales y el bienestar emocional en la percepción del éxito y la felicidad.

El estudio también destaca casos notables de éxito fuera de los Estados Unidos, como el de Daniel Ricart, un argentino que ha demostrado cómo el talento y la determinación pueden abrir puertas a pesar de las dificultades. Aunque Ricart no recibió las «dosis educativas» durante su educación primaria y secundaria, logró sobresalir en la universidad y fundar instituciones educativas destinadas a niños superdotados en Argentina.

El SMPY ha proporcionado una visión única y profunda sobre el potencial y los resultados de los niños superdotados a lo largo de sus vidas. A través de décadas de seguimiento, este estudio continúa ofreciendo ideas valiosas sobre la educación, el desarrollo personal y el éxito en una amplia gama de campos.