En diálogo con Jordi, Fernando Schpoliansky analizó los efectos de la aparente estabilidad del dólar en la economía argentina. Aunque el gobierno logra un respiro inflacionario, surgen alertas sobre la competitividad del país, la caída del consumo y el impacto en sectores clave como las pymes y las economías regionales.
Durante su columna semanal, el economista Fernando Schpoliansky abordó los efectos de la actual estabilidad cambiaria en la economía argentina. Según explicó, si bien el dólar paralelo se mantiene en torno a los $1.100 y la brecha cambiaria prácticamente desapareció, este “anclaje” tiene costos significativos en términos de competitividad y crecimiento económico.
“Hay una caída del consumo y un proceso recesivo que aún no da señales claras de haber terminado”, indicó Schpoliansky, destacando que sectores industriales, comerciales y de servicios todavía no experimentan un rebote. Aunque actividades extractivas como la minería y los hidrocarburos muestran cierta recuperación, la economía real sigue rezagada.