Movimientos sociales, religiosos y políticos se movilizarán este miércoles en una gran marcha en contra de las políticas económicas del gobierno de Javier Milei. La manifestación, bajo la consigna de «Pan, Paz, Tierra, Techo y Trabajo», busca marcar un camino conjunto de acción.
Este miércoles, una amplia coalición de organizaciones sociales, políticas y religiosas se reunirá en la tradicional celebración de San Cayetano, el Santo Patrono del Trabajo, para expresar su rechazo a las políticas económicas del gobierno de Javier Milei. La movilización, que comenzará en la Iglesia de San Cayetano en Liniers y culminará en Plaza de Mayo, promete ser una de las mayores manifestaciones opositoras recientes, bajo la consigna «Pan, Paz, Tierra, Techo y Trabajo».
El evento será encabezado por el movimiento «Misioneros de Francisco» y contará con la participación de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Barrios de Pie, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), el Polo Obrero y la Unidad Piquetera, entre otros. También se unirán la CGT, las dos CTA, agrupaciones políticas, movimientos de Iglesias Evangélicas y organismos de derechos humanos como Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
La marcha, que recorrerá la Avenida Rivadavia, se organiza en un contexto de creciente descontento social. Los participantes planean visibilizar la pobreza, la desigualdad y la desocupación que, según ellos, se han incrementado bajo las actuales políticas gubernamentales. Además, los organizadores critican la falta de regularización en la entrega de alimentos a comedores y merenderos populares, a pesar de los fallos judiciales que ordenan al gobierno cumplir con esta provisión.
En un gesto que resalta la tensión actual, la marcha se enfrentará al «protocolo antipiquetes» del Ministerio de Seguridad, liderado por Patricia Bullrich, lo que añade un riesgo de confrontación. Sin embargo, los organizadores han expresado su deseo de evitar la violencia y mantener la manifestación pacífica.
La jornada del miércoles no solo será una expresión de descontento, sino también una plataforma para lanzar un «plan de lucha» que podría involucrar a más sectores, incluyendo a la CGT y a las dos CTA, en una acción unificada para los próximos meses. Esta movilización surge como una respuesta directa a las políticas de ajuste del gobierno y la creciente criminalización de las organizaciones sociales, lo que ha generado un clima de represión y estigmatización.
La marcha de San Cayetano se ha convertido en un símbolo de resistencia y unidad entre diferentes sectores de la sociedad argentina, y esta convocatoria pretende reforzar ese espíritu de solidaridad en tiempos de crisis.