La temporada 2025 promete nieve, turismo y desafíos ambientales en la región.
La llegada del invierno en la Patagonia argentina siempre ha sido sinónimo de paisajes nevados, deportes de montaña y una economía regional que se dinamiza con el turismo. Este año, la expectativa es alta: la mayoría de los centros de esquí planean abrir sus puertas en las próximas semanas, y los amantes de la nieve ya se preparan para disfrutar de la temporada 2025.
Centros emblemáticos como Cerro Catedral en Bariloche, La Hoya en Esquel y Batea Mahuida en Villa Pehuenia han anunciado sus fechas de apertura y lanzado preventas para atraer a los visitantes. La Hoya, por ejemplo, ofrece pases diarios a precios promocionales, buscando incentivar las reservas anticipadas.
Sin embargo, la temporada no está exenta de desafíos. Los recientes incendios forestales que arrasaron más de 31.000 hectáreas de bosques andino-patagónicos entre octubre de 2024 y marzo de 2025 han dejado cicatrices en el paisaje y generado preocupación entre los habitantes y autoridades locales.
Además, el cambio climático plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de las actividades invernales en la región. Las variaciones en las precipitaciones y las temperaturas afectan la calidad y cantidad de nieve, lo que podría impactar en la duración de la temporada y en la economía de las comunidades que dependen del turismo.
A pesar de estos desafíos, la Patagonia se prepara para recibir a los visitantes con la calidez de siempre. Las autoridades locales y los operadores turísticos trabajan en conjunto para garantizar una experiencia segura y placentera, implementando protocolos de seguridad y promoviendo el turismo responsable.
En este contexto, la temporada de invierno 2025 en la Patagonia se presenta como una oportunidad para disfrutar de la belleza natural de la región, apoyar a las economías locales y reflexionar sobre la importancia de preservar el medio ambiente para las generaciones futuras.
Fuente: Diario Río Negro