El reciente acto político en Parque Lezama dejó en evidencia un cambio de dinámica en el apoyo a Javier Milei. La movilización mostró señales de desgaste en la espontaneidad que caracterizó a sus primeras convocatorias, lo que despierta preguntas sobre el futuro de su base electoral y la credibilidad del modelo político que propone.

El acto político llevado a cabo en Parque Lezama el pasado fin de semana evidenció una serie de cambios en la base de apoyo al gobierno de Javier Milei. En contraste con las primeras movilizaciones que parecían surgir de una espontaneidad genuina, esta convocatoria fue mayoritariamente organizada, con asistentes movilizados en colectivos provenientes de distintas zonas del conurbano bonaerense. La presencia de figuras estereotipadas, como el «gordo mortero», y el reparto de chori y coca generaron críticas por parte de los analistas, quienes ven en estos eventos una reproducción de las prácticas que Milei había criticado como parte de la «casta» política.