El programa provincial lanzó una línea de financiamiento de hasta 30 millones de pesos por emprendimiento y ya superó los 400 inscriptos en menos de dos semanas.
En tan solo diez días desde su anuncio oficial, más de 400 jóvenes neuquinos (de entre 18 y 35 años) presentaron proyectos para acceder al programa “Proyecta Futuro”, una iniciativa que ofrece créditos de hasta 30 millones de pesos destinados a impulsar emprendimientos locales .
El empuje juvenil llega desde Neuquén capital, Rincón de los Sauces, Plottier, Centenario, Cutral Co y Zapala, mostrando una dispersión territorial que escapa a la concentración urbana. En juego están propuestas muy diversas: desde producción artesanal (mates, cerámica, muebles) hasta tecnología (impresión 3D, software), gastronomía, marroquinería, diseño audiovisual, apicultura y servicios estéticos.
El programa, impulsado por la Secretaría de Juventudes y Diversidad, el IADeP y el Centro PyME-Adeneu, promovió una convocatoria con carácter de “integral”: junto al crédito, los postulantes deben completar tres módulos de capacitación online —modelo de negocios, finanzas y estrategias comerciales—, como condición previa al acceso a los fondos.
Con una inversión total prevista de 1.200 millones de pesos, Proyecta Futuro suma un componente socio-educativo que busca generar más que empleo: se trata de fortalecer una cultura de desarrollo autónomo y comunitario.
El gobernador Rolando Figueroa celebró las cifras: “Es una oportunidad para que las juventudes puedan convertir sus ideas en realidades productivas”, sostuvo, y remarcó que este plan responde a un modelo provincial que busca descentralizar el desarrollo .
Pero tras la curva de entusiasmo también asoma una advertencia: ¿qué pasará cuando terminen las capacitaciones? ¿Cómo se medirá el impacto real en términos de empleo, facturación o incremento de capacidades técnicas? Estos son los interrogantes que ya palpita el ecosistema local de emprendedores, que mira con atención si habrá acompañamiento post-crédito o evaluación sobre resultados efectivos.
Expertos en desarrollo productivo coinciden: más allá de los números, la clave estará en la vinculación entre financiamiento, asistencia técnica y territorialidad. Un proyecto tecnológico en Zapala no necesita lo mismo que una pyme gastronómica de Neuquén capital; cada uno requiere un camino distinto. El desafío será construir esa arquitectura sin replicar un enfoque “único para todos”.
Para las juventudes, en cambio, el programa ya significa más que una línea de fondos. Es la posibilidad de dejar de migrar a otras regiones o trabajos informales. Ir a contramano del éxodo generacional, en un territorio marcado por la despoblación rural y la caída de sectores industriales tradicionales.
Mientras los primeros proyectos avanzan hacia el cierre del módulo educativo, Neuquén observa con esperanza y agendas abiertas. Que 400 ideas hayan encendido motores propios no es un dato menor: puede ser el inicio de una generación que decide plantar sus propias raíces. Y eso, en una provincia que busca salir de la dependencia de los recursos fósiles, puede ser el principio de una nueva forma de desarrollo local.