Suecia: Crecimiento económico y reducción de emisiones

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Suecia destaca por su impresionante reducción del 80% en emisiones netas de gases de efecto invernadero desde 1990, mientras su economía sigue en expansión. Su enfoque integral en energías limpias y políticas climáticas rigurosas ha establecido un nuevo estándar en sostenibilidad.

Suecia ha logrado un equilibrio notable entre crecimiento económico y reducción de emisiones, destacándose en Europa con una disminución del 80% en sus emisiones netas de gases de efecto invernadero desde 1990. Este éxito es particularmente impresionante dado que, mientras ha logrado esta reducción, su economía ha duplicado su crecimiento.

El país ha capitalizado sus ventajas naturales, como su abundante oferta de bosques, arroyos y lagos, que favorecen el uso de energías renovables. Suecia comenzó a invertir en fuentes de energía limpia a fines del siglo XIX, estableciendo una base sólida para su actual infraestructura energética. Desde la década de 1970, cuando la crisis del petróleo llevó al país a eliminar los combustibles fósiles de su combinación energética, Suecia ha mantenido un enfoque constante en la energía hidroeléctrica y eólica. Actualmente, cerca del 70% de la electricidad del país proviene de estas fuentes renovables, mientras que el resto se cubre con energía nuclear.

El país también ha avanzado significativamente en la descarbonización de la producción de calor mediante la inversión en sistemas de calefacción urbana centralizados y eficientes. Hoy en día, el 97% del calor en Suecia proviene de biocombustibles y quema de residuos.

Un elemento clave en la estrategia sueca es su impuesto al carbono, uno de los más altos del mundo. Este impuesto ha demostrado ser eficaz, con una reducción del 6% en las emisiones del sector transporte en un año promedio, a pesar de la resistencia en algunos otros países. La aceptación de este impuesto en Suecia se debe a un amplio apoyo a las políticas ambientales y climáticas, que han sido respaldadas por casi todos los partidos políticos. En 2017, siete de los ocho partidos suecos acordaron el objetivo de lograr emisiones netas cero para 2045.

Sin embargo, la invasión rusa de Ucrania ha introducido desafíos recientes, provocando un aumento en las emisiones de transporte. A pesar de este revés, el Gobierno sueco se compromete a que estas medidas sean temporales, manteniendo el objetivo de reducir las emisiones del transporte en un 70% para 2030.

El éxito de Suecia en combinar crecimiento económico con sostenibilidad ofrece valiosas lecciones sobre la cooperación entre el gobierno, el sector privado y la administración local para alcanzar objetivos climáticos ambiciosos.