Pozo de Vargas: se identificaron 116 restos óseos pero quedán más de 30

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El horror tiene cifras en el Pozo de Vargas, la fosa en Tucumán en donde se han identificado hasta ahora a 116 detenidos desaparecidos, víctimas de la última dictadura cívico militar, que fueron arrojados a sus 40 metros de profundidad para que nunca sean encontrados. Ese macabro destino no pudo ser, debido a la investigación que dio con su existencia y que este año cumplirá 21 años. De acuerdo a informe del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAFF), fechado el 15 de diciembre del año pasado, elevado al Juzgado Federal N° 2, a cargo del juez Fernando Poviña, son 149 los restos óseos hallados en el interior -hasta el momento-, 28 perfiles genéticos son de mujeres y 121 de hombres. Entre ellos, se identificó a 118 personas y aún hay 31 sin identificar.

Los números lo dicen todo, o casi. Todavía hay un alto porcentaje de restos sin identidad, sin nombres y, por lo tanto, con historias que permanecen ocultas que quizás sean de militantes de partidos políticos, trabajadores de fábricas, obreros del surco, ferroviarios, sindicalistas o estudiantes, como gran parte de los identificados en la fosa, hasta ahora. De ahí, la importancia de que quienes crean tener un familiar desaparecido se acerquen a distintos lugares para dejar una gota de sangre que se sumará a un banco de datos. Esa muestra será cruzada luego por los científicos del EAFF, con un potente software de comparación masiva, con datos genéticos de los restos que les lleguen desde los lugares en donde se están realizando investigaciones, como en el Pozo de Vargas.

“Vargas es una causa en la que el EAAF puso mucho esfuerzo por el significativo número de víctimas, por lo que es la fosa más grande del país. Y seguro está entre las de mayor dimensión de Latinoamérica”, reflexionó Diego Argañaraz Fochi, tucumano, miembro del EAFF, en diálogo con elDiarioAR. Y agregó: “una de nuestras mayores ‘mochilas’ es que nuestro trabajo es una carrera contra el tiempo, porque a nosotros nos gustaría que los restos sean identificados y entregados a sus familiares, como a un padre, madre, hermano o hermana que buscó a ese familiar, antes que mueran”.

Entregar una muestra es tan importante como encontrar una fosa pero no se puede hacer un juicio de valor sobre quienes no deciden hacerlo, porque es un gesto voluntario y porque cada uno procesa como puede las ausencias y sus circunstancias. Sí creo que debe llegarle a la sociedad la mayor cantidad posible de información”, reflexionó. El año pasado, EAAF lanzó una nueva campaña para identificar a los más de 600 cuerpos de personas desaparecidas entre 1974 y 1983 que tiene en resguardo. Con el lema “Tenés una historia / tenés un derecho” la convocatoria hace foco en el derecho a saber si el familiar desaparecido fue encontrado por el EAAF y puede ser identificado. Las dos vías de contacto son el 088 3453 ADN (236) y e correo iniciativa@eaaf.org.ar

En relación a los 31 restos sin identificar del Pozo de Vargas, una fuente consultada por este medio, informó que se analiza una hipótesis de que quizás con algunos jamás logre darse con sus lazos de sangre. Entre las razones, se menciona que podrían ser personas que fueron secuestradas en otras provincias pero torturadas y asesinadas en Tucumán, por ejemplo en los ex centros clandestinos de detención ex Arsenales Miguel de Azcuénaga o la ex Jefatura de la Policía. Hay casos de este tipo en el Pozo de Vargas pero con identificación positiva. O quizás se trate de víctimas que no son buscadas por varios motivos: sus familias no hicieron la denuncia ni dieron muestras de sangre porque se procesan aún con miedo las consecuencias del terrorismo de Estado; porque las víctimas pertenecen al ámbito rural y sus familiares les perdieron el rastro, desconociendo que militaban en alguna organización política cuando fueron secuestrados; o por desconocimiento de la existencia de campañas y de lugares en donde se pueden dejar muestras de sangre. En la actualidad, estos datos forman parte del Banco Nacional de Datos Genéticos y del Banco de Sangre de Familiares del EAAF.

También hay numerosos objetos en custodia e inventariados que aún esperan ser estudiados porque cuando se producen identificaciones, a los familiares se les entregan los restos óseos. En el depósito de la investigación hay ropas, calzados y billeteras, entre otros materiales, que esperan ser estudiados porque es posible que a algunos se los pueda asociar con un nombre, con una familia, para que también sean entregados. Todos los restos de huesos descubiertos en la fosa son clasificados y enviados al EAAF, en donde se efectúan los estudios para la identificación

En Tucumán, Abuelas de Plaza de Mayo tiene nodo de su Red por el Derecho a la Identidad, y todas las personas que quieren colaborar con Abuelas por encontrar a sus nietos y defender el derecho a la identidad, pueden contactarse con  Alejandra García Aráoz (APDH Tucumán) y Carolina Frangoulis (Comisión Hermanos de HIJOS), a los teléfonos (0381) 15 6113585 o (0381) 15 609 8278. Correo: alejgarciaar@gmail.com; carofrangu@hotmail.com

En el caso de la Secretaría de DDHH de Tucumán, para la entrega de una gota de sangre, que puede ser un camino hacia la identidad, el contacto es (0381) 484-4000, interno 339.

Fuente: EldiarioAr