La situación financiera de OSDE expone las estrategias de inversión de las prepagas y cómo el sistema de salud privada recurre a la especulación para sostener su rentabilidad.
El reciente caso de OSDE, una de las principales empresas de medicina prepaga en Argentina, ha revelado una práctica que genera preocupación: la dependencia de estrategias financieras de alto riesgo para mantener su rentabilidad, lo que ha sido descrito como una verdadera «timba financiera». Según los datos expuestos, OSDE ha destinado parte de sus recursos a la compra de bonos en moneda extranjera, activos de alto riesgo y otras operaciones especulativas que, en lugar de reinvertir en mejoras en la atención de sus afiliados, apuntan a maximizar ingresos a través de mecanismos financieros volátiles.
Este enfoque no es exclusivo de OSDE, sino que representa una tendencia que involucra a numerosas empresas de medicina prepaga en el país, que buscan contrarrestar los efectos de la inflación, la devaluación y la recesión a través de inversiones especulativas. Sin embargo, la crítica radica en que, al asumir estos riesgos, las prepagas priorizan su margen de ganancia sobre la mejora de los servicios de salud, generando tensiones con los afiliados y con el propio sistema de salud en general.
De acuerdo con los análisis del sector, la falta de regulación efectiva permite que estas prácticas sigan creciendo, mientras que el costo de las prepagas continúa aumentando para los usuarios. Desde 2022, las prepagas han aplicado incrementos en sus cuotas, lo que ha generado un impacto significativo en los afiliados, que cada vez destinan un mayor porcentaje de sus ingresos para acceder a la salud privada. Además, en el último año, las alzas superaron el 100%, mientras que la calidad de los servicios prestados, en muchos casos, se ha estancado o incluso deteriorado.
Organizaciones de usuarios y especialistas en salud destacan la falta de transparencia en el destino de los fondos de las prepagas, que no siempre se traducen en mejoras concretas en la atención o infraestructura médica. Por el contrario, una parte importante de estos fondos va a inversiones especulativas que terminan respondiendo a los vaivenes de los mercados financieros, con potenciales riesgos si los resultados no son los esperados.
La situación de OSDE pone en relieve la necesidad de repensar el modelo de negocio de las prepagas y de fortalecer los mecanismos de regulación en el sector, para evitar que la búsqueda de rentabilidad económica siga afectando el acceso y la calidad de los servicios de salud.