El ex mandatario tucumano deberá cumplir la pena por nueve hechos de abuso sexual, tras ser hallado culpable de delitos cometidos entre 2017 y 2018. Quedará detenido y no podrá ejercer cargos públicos.

José Alperovich, ex gobernador de Tucumán y ex senador nacional, fue condenado este martes a 16 años de prisión por el abuso sexual de su sobrina, quien trabajaba para él durante su campaña electoral de 2019. El veredicto, dictado por el juez Juan Ramos Padilla, lo encuentra culpable de un total de nueve hechos de agresión sexual, que incluyen abuso sexual simple, tentativa de abuso y abuso agravado con acceso carnal. Los crímenes ocurrieron entre diciembre de 2017 y marzo de 2018 en San Miguel de Tucumán, Yerba Buena y en un departamento de Alperovich en Buenos Aires.

El tribunal determinó que Alperovich, valiéndose de su posición de poder como senador y ex gobernador, perpetró los abusos contra su sobrina, quien era 35 años menor y trabajaba bajo sus órdenes. La sentencia también inhabilita al político para ejercer cargos públicos, poniendo fin a una carrera marcada por la influencia y el poder en la provincia.

Durante el juicio, que comenzó el 5 de febrero y contó con 15 audiencias y el testimonio de casi 70 personas, la defensa del ex gobernador intentó en vano argumentar que las acusaciones eran parte de una campaña política en su contra. Alperovich, de 68 años, se mostró abatido al escuchar la condena. Con los hombros encogidos y los ojos cerrados, se negó a pronunciar palabras finales antes del veredicto, y tras la lectura de la sentencia, fue escoltado por la policía para su inmediato traslado a prisión.

El caso ha resonado profundamente en la sociedad argentina, no solo por la gravedad de los hechos, sino también por la figura de Alperovich, un político que ostentaba un considerable poder. Los hechos de abuso se produjeron en diversos escenarios, desde el búnker político del ex gobernador hasta su automóvil y residencias privadas, demostrando un patrón de abuso sostenido y aprovechamiento de la relación de dependencia y autoridad que ejercía sobre su víctima.

Entre los testimonios más impactantes se encuentra el del padre de la víctima, primo del acusado, quien narró cómo la denuncia de su hija lo sumió en una profunda crisis personal. También declaró la ex senadora Beatriz Mirkin, aliada política de Alperovich, quien intentó desacreditar las acusaciones argumentando una supuesta conspiración política.

Con la sentencia, el tribunal no solo cierra un capítulo oscuro en la vida política de Alperovich, sino que también envía un mensaje contundente contra la impunidad y el abuso de poder. La condena a 16 años de prisión con cumplimiento efectivo marca un hito en la lucha por la justicia y los derechos de las víctimas de abuso sexual en Argentina, reafirmando que ni el poder ni la influencia pueden estar por encima de la ley.