Análisis de «Massa, el arribista del poder» con su autor

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Se trata del escritor y periodista especializado en política, Diego Genoud quien dialogó con el programa Tercer Puente sobre el libro de su autoría publicado recientemente: Massa, el arribista del poder.

El diálogo se desarrolló en torno a algunas ideas e hipótesis planteadas en el libro. Al consultarlo sobre un capítulo de su libro publicado en abril de 2023 y donde refiere que Sergio Massa podría dejar pasar la oportunidad si las condiciones no estaban dadas, el escritor y autor de ese ejemplar dijo : «El último capítulo que se titula El tiempo de Massa, similar a cómo titulé hace poco una nota cuando finalmente fue anunciada su candidatura como una continuidad de ese último capítulo. Justamente yo ahí especulaba porque Massa a principio de año, cuando las cosas le resultaban mejor sobre todo los números de inflación -y que obviamente no estaba resuelto el problema de inflación, pero venía bajando de manera más sistemática-; él planteaba que todavía era joven, que tenía apenas 51 años. Eso lo decía en reuniones privadas, sobre todo con empresarios, con gente de poder. Y yo decía bueno, quería para Massa renunciar a ser candidato a presidente y pensar de esa manera, decir «yo todavía soy joven, tengo 51 años», sería ir a contramano de su historia, sería cambiar su propia noción del tiempo, porque él quiso ser candidato a Presidente hace 10 años. Entonces cuando tenía 42 años empezó a pensar en su primera candidatura presidente y fue candidato en el 2013, entonces sería realmente sorprendente -decía yo en el último capítulo-, que diez años después no quiera ser candidato a presidente y diga «tengo tiempo». Fue siempre alguien que se que se apresuró; si hay algo que lo marca es esa ansiedad, esa ambición, ese deseo de querer ser candidato y finalmente se cumplió».

En cuanto a un planteo del primer capítulo del libro en donde se plantea el movimiento de los y las dirigentes dentro de un Frente de Todos de Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández, el escritor dijo: «Estamos frente a una fuerza política que es el kirchnerismo como el nombre propio más importante del peronismo, les guste o no a los que se sienten representados por las ideas del peronismo; el kirchnerismo es el nombre propio más importante del peronismo de las últimas dos décadas, y el actor central de la política. Y no hubo forma de borralo del mapa hasta ahora, pudo ganar elecciones, perdió muchas; sin embargo, no pudieron correrlo de la escena. Massa Mismo fue uno de esos candidatos fue uno de esos candidatos que decía las peores cosas de Cristina, de La Cámpora, que prometía meterlos presos, etcétera. Entonces, por eso es esa reflexión que vos mencionabas «con las armas trilladas de reducir al kirchnerismo a la corrupción» de decir el kirchnerismo es simplemente una banda de corruptos y de ladrones, no funcionó hasta el momento. Entonces por un lado, Massa después de haber intentado este camino, el mismo camino que empezó Macri y el mismo camino que pensaron los sectores más duros del antikirchnerismo y del anticristinismo; ahora regresan y claro se convierte en el candidato de Cristina en un momento de debilidad de Cristina y el kirchnerismo. Así como decimos es una fuerza que lleva 20 años, también tenemos que decir que es una fuerza que desde 2014 cuando Axel Kichilof como ministro de Economía devalúo la moneda empieza a sufrir un agotamiento en su modelo económico y una agotamiento obviamente político; en ese contexto de debilidad de esta fuerza política que lleva dos décadas. Massa le promete la salvación Y en ese contexto, es que el mismo Massa que decía los voy a meter presos, aparece como salvador Yo juego un poco con esa idea, quizá la manera de destruirlo al kirchnerismo no era demonizándolo, no era acusándolo de las peores cosas, sino asociarse cuando está débil y cuando necesita quedarse en el poder Finalmente pareciera que si uno mira el programa económico y lo que Massa hizo desde el Ministerio de Economía donde profundizó el ajuste que a Guzmán no le permitían; uno dice en realidad uno puede pensar «el kirchnerismo solo quiere mantenerse en el poder». En esa etapa, ya no quiere cambiar la Argentina, lo que quiere es seguir en el poder y en todo caso evitar ser víctima de una revancha nuevamente como la que sufrió durante los años del macrismo.»

Asimismo se refirió a la gran incertidumbre de lo que pasará con su candidatura pero la imagen positiva que construye para muchos: «La pelota está en el aire podemos decir, no sabemos cómo le va a ir a Massa como candidato. En el poder económico y en parte del peronismo de gobierno hay una expectativa positiva de que Massa puede todo prácticamente: puede ser el ministro de la inflación como dice su amigo Larreta que dice «Massa es la reelección de la inflación». Y mucha gente puede pensar así a nivel social porque es difícil en un contexto de inflación de 110 – 120 por ciento interanual, que el candidato sea la cara de la inflación. Entonces, sorprende que haya tanto optimismo. Eso es lo que logra Massa, eso es lo que lo hace atractivo. Es lo que trato de explicar en el libro: por qué tiene esa capacidad de seducción tan alta en los sectores de poder Ahora, no sabemos cómo le va a ir. Si le va bien, puede ser una llave de Cristina para ir a un acuerdo con el poder económico; la llave que ella pretendió en su momento que fuera Alberto Fernández y que no fue porque no se llevaron bien, porque no hablaron, porque Cristina no le gustó alguna cosa de Alberto, no está muy claro. Pero si vos querés, el plan con Massa es el mismo que Cristina tenía con Alberto, no es muy distinto. Cuando ella lo elige, cuando difunde aquel vídeo del que tanto hemos hablado todos estos años y lo convierte en candidato a presidente y prácticamente en presidente; ella decía no se puede volver al 2003-2015 Después en el poder uno la escucha Cristina y sí, ella dice vamos a un acuerdo, pero es ambigua, es contradictoria. También se la pasa recordando el 2003-2015 diciendo, teníamos los salarios en dólares más alto de América Latina. Hoy tenemos los más bajos de América Latina medidos en dólares. Entonces es como que en Cristina también está esa debilidad, y también está prisionera un poco de esa contradicción: quiere volver a los años felices 2013-2015 o sabe que eso es imposible y va a un acuerdo con el poder económico que tanto la rechazó a través de Massa. No sabemos muy bien porque yo creo que Cristina tiene esa contradicción adentro. Hasta ahora funcionó bien la sociedad Massa-Cristina; no sé si para la sociedad argentina, pero sí, en cuanto a que más allá de todo, lo que hace lo consulta con ella.»

Consultado sobre otro capítulo denominado El falso profeta, que se refiere a la negación que tiene el Papa Francisco con Massa a quien le ha negado una foto hasta ahora: «Hace mucho tiempo en conversaciones con los argentinos y las argentinas que lo van a visitar. siempre tiene una mirada muy crítica, lapidaria de Massa. Y tiene que ver con esto que mencionábamos al comienzo, que era poco creíble Massa diciendo no voy a ser candidato, tengo tiempo cuando hace una década que quiere ser Presidente. Y esa ansiedad, esta idea que está asociada al título de llegar como sea, no importa como, no importa con qué medios, no importa si tengo que aplastar a quien tenga que aplastar; eso Francisco lo vio porque le tocó de alguna manera hacer el blanco de un intento de Massa, que yo ahí cuento con mucho detalle: que Massa como Jefe de Gabinete de Cristina , pero con un Néstor Kirchner en vida hizo pocas cosas «destacables», pero una fue casi temeraria que fue intentar desplazar a Bergoglio, sacarlo del país cuando en ese momento era el cardenal primado de la Argentina y el arzobispo de Buenos Aires, el presidente del Episcopado. Massa diseñó un plan para decir «yo te voy a poner un jefe de la Iglesia Néstor que sea más afín a tu idea de poder». Y curiosamente o no ese jefe de la Iglesia que pensaba Maasa era por supuesto mucho más conservador que Bergoglio. Bergoglio es alguien que ahora como Francisco también es una figura compleja, de la cual se han escrito muchos libros, pero no se lo puede indicar como el ala más extrema de la derecha dentro de la Iglesia. No porque sea un cura o un sacerdote haya sido o hoy sea un papá, si querés progresista; pero sin duda tiene a la derecha mucho dentro de la Iglesia y entre ellos están los sectores del Opus Dei que eran los aliados de Massa para esas jugadas frustradas. Desde entonces, el 2009, que Bergoglio sabe quién es Massa y que es capaz de cualquier cosa: aliarse, si quieres con el demonio para cumplir un objetivo; y por eso nunca lo recibió hasta el momento y yo te diría, es imposible que lo reciba en campaña. Despues si Massa cumple su objetivo de ser Presidente, como indica la tradición de Jefe de Estado a Jefe de Estado quizá logre que Francisco lo reciba y no sé qué cara le va a poner, si le va a sonreir o le va a poner una cara en este caso como la que le puso a Macri. Es una historia muy interesante y porque justamente cuando se trata de ampliar, de salir un poco de lo histórico del kirchnerismo, Massa también tiene dificultades y la Iglesia ya ha jugado otras veces contra candidatos de Cristina Hay que ver en este caso, a mí me dicen el enojo sigue presente. Francisco lo ve a Massa como alguien que viene asociado a un bloque de poder empresario, lo vio desde entrada -desde agosto del año pasado- como un interventor del gobierno y siempre lo ve en esa clave de alguien dispuesto a todos. Pero también que viene asociado a empresarios que tienen intereses en sectores estratégicos; sectores asociados a lo financiero, los medios de comunicación, Vaca Muerta, energía. No es cualquier político en ese sentido Massa y Francisco también lo entiende así.

Además, se le preguntó por el vínculo con Georgino Alcides Díaz Torres el principal problema que tiene que ver o tuvo que ver en términos personales con una situación de inseguridad en la casa de Massa: «Fue un episodio muy oscuro del año 2013 cuando Massa era el «jefe del antikirchnerismo, candidato del Frente Renovador. Un episodio que se conoce a través de una nota de Horacio Vertbistky, en ese momento en Página 12; era un robo a la casa de Massa a muy poco de ser candidato. Y en aquella nota Vertbistky decía que el autor del robo era un Prefecto entonces quedaba involucrado el Gobierno Nacional. Alguien que trabajaba en el Ministerio de Seguridad en ese momento, respondía a Sergio Berni que era la autoridad máxima a nivel nacional en materia de seguridad, y es una trama muy oscura. Por un lado, ya cómo se conoce parecía que era un ladrón común, después nos damos cuenta que era un empleado de Inteligencia del Estado, el gobierno estaba involucrado de alguna manera, para Massa había sido enviado por el gobierno. Una trama muy oscura porque aparte ese Prefecto, ese agente de inteligencia no era un desconocido para Massa sino que era el jefe de seguridad del country en el que el vivía, conocía muy bien a Massa, tenía una relación estrecha con Massa. Hay una historia de espionaje, de traiciones, muy opacas, que no se entiende bien la explicación por un robo común sin violencia y lleva más de 10 años presos, en una situación también poco clara de cómo fue condenado a 25 años de cárcel por un robo. Por qué entra a robar y todo indica que había plata desde la recaudación de campaña El viernes justamente hace casi 10 años, el Día del Amigo entra a robar.

Por último, contó que le había comentado al respecto de su libro el entorno de Massa : «No demasiado. Hace muchos años que trabajo en Periodismo y lo he conocido a Massa en circunstancias de programas de televisión, en algún encuentro. Él nunca quiso sentarse conmigo a dar una entrevista, creo que debe haber hablado con el 95% del periodismo político de Buenos Aires y también de las grandes ciudades de la Argentina y nunca me llegó nada. Pero en general, no me llegan esos comentarios o críticas que puede haber o señales de conformidad porque más o menos todos nos conocemos en este pequeño mundo. No hay margen para que Massa diga demasiado. Lo puede decir en privado, pero no me pueda hacer llegar a mí un comentario. No creo que sería un comentario halagador de mi trabajo porque siempre cuando conocí comentarios de él se que le molestaba mucho mi trabajo en torno a él porque no hay mucha gente que lo mire de manera crítica. Y él está, mal acostumbrado a esto, a una crónica muy favorable siempre; en medios a un lado y al otro. Entonces por eso quizá le molesta. Pero es así, es un personaje que como lo cuenta el libro tiene tiene varias caras. Entonces cuando me ha llegado alguna cosa muy tercerizada si querés, era por un lado, menospreciar el trabajo y por otro lado, también dar cuenta de la bronca, el enojo. Son ya son dos caras de la misma moneda, la diferencia o las investigaciones el trabajo y el enojo en el fondo, la bronca, la promesa de algún tipo de venganza o de revancha»

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