Nuevos detalles surgen en la búsqueda de Loan Peña, con foco en una casa de campo donde se activaron celulares clave tras su desaparición, mientras crecen las acusaciones entre familiares.

El caso de Loan Peña ha dado un giro significativo con el descubrimiento de que los celulares de Carlos Pérez y Victoria Caillava, activos en una casa de campo cercana al lugar donde desapareció el niño, están bajo el escrutinio de los investigadores. Este hallazgo ha impulsado nuevos operativos en la zona, donde también se intensifican las declaraciones acusatorias entre familiares.

Ana, hermana de uno de los detenidos, ha acusado abiertamente a Antonio Benítez, tío de Loan, por la desaparición del niño, aunque su testimonio aún no ha sido formalmente presentado ante la Justicia. Según Ana, Benítez fue el último en ver a Loan antes de su desaparición y sospecha que podría estar involucrado en su destino.

La Justicia Federal ha reactivado la búsqueda en los alrededores del campo de Catalina, la abuela de Loan, focalizándose en propiedades cercanas donde se activaron los celulares de interés después del incidente. Este enfoque se basa en datos de geolocalización y registros de antenas, que indican movimientos contradictorios con las versiones iniciales de los investigados.

Además, se han incautado siete celulares adicionales para su peritaje, incluyendo los de familiares cercanos como Catalina y Laudelina, tía de Loan, así como el de Camila, prima del niño, quien tomó una foto de él dirigiéndose hacia un naranjal el día de su desaparición. Esta imagen se suma como evidencia potencialmente crucial para entender los eventos previos a su desaparición.

Con estos nuevos elementos, la investigación se enfoca en reconstruir los movimientos de los implicados durante el almuerzo y determinar si existieron desviaciones significativas que puedan arrojar luz sobre el paradero actual de Loan Peña.