La recesión y la inflación han golpeado duramente al mercado laboral, con sectores clave como el siderúrgico y la construcción aplicando suspensiones. El Gobierno prevé más cesantías en los próximos meses.
En lo que va de 2024, la economía argentina ha visto la desaparición de casi 140 mil puestos de trabajo, un reflejo de la recesión y la inflación descontrolada que han erosionado el poder adquisitivo de la población y elevado la pobreza al 50%. A este sombrío panorama se suman las proyecciones del Gobierno, que anticipan el despido de otros 15 mil empleados estatales en los próximos meses.
Los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) revelan que el sector privado ha sido el más afectado, con aproximadamente 115 mil despidos. En el ámbito estatal, hasta abril se habían perdido 25 mil empleos, y se estima que entre mayo y junio un número similar de trabajadores del Estado perdió su trabajo, mayormente debido a la no renovación de contratos.
El presidente Javier Milei ha confirmado que se espera un recorte adicional de 15 mil empleados estatales, como parte de las medidas de ajuste fiscal. Esta situación agrava aún más las malas perspectivas laborales, ya que muchos sectores industriales, como el siderúrgico, la construcción y las automotrices, han implementado suspensiones de personal.
Uno de los sectores más golpeados ha sido el de las empleadas domésticas, debido a que muchas familias han tenido que recortar gastos. Además, se ha registrado un aumento significativo del empleo informal, incrementando la vulnerabilidad de los trabajadores.
El desempleo, que según el INDEC alcanzó el 7,7% en el primer trimestre, ha seguido creciendo en el segundo trimestre, situándose cerca del 9% según estimaciones privadas. Actualmente, se estima que hay casi 1,8 millones de desocupados, y si se consideran las áreas no cubiertas por el INDEC, esta cifra podría ascender a 2 millones.
El Gobierno ha destacado que la desaceleración de la inflación ha permitido una leve recuperación del poder adquisitivo, aunque esto no ha sido suficiente para revertir la pérdida de empleos. La situación plantea un desafío significativo para la administración de Milei, que deberá equilibrar las medidas de ajuste con la necesidad urgente de reactivar el mercado laboral y proteger a los sectores más vulnerables de la población.
En medio de este contexto, la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) ha lanzado un programa de apoyo a estudiantes, ofreciendo $16.000 por la realización de cursos, en un intento por mitigar el impacto de la crisis y fomentar la capacitación y el empleo entre los jóvenes. Sin embargo, la efectividad de estas medidas aún está por verse en un entorno económico tan adverso.