Hoy se cumplen 66 años del momento en el que la Aviación Naval y parte de la Fuerza Aérea se sublevaban contra el Gobierno constitucional de Juan Domingo Perón y bombardeaban la Plaza de Mayo. Dejaron caer cerca de 14 toneladas de bombas que dejaron más de 350 muertos y 2.000 heridos. Para abordar este hecho histórico del país habló en Tercer Puente, Aldo Duzdevich, escritor, periodista, político y ex guerrillero argentino.
“Hay que contextualizar: Fue un 16 de junio de 1955 y tres meses después se produce el golpe cívico militar que va a derrocar a Perón Y lo que hay en Argentina es, hoy le llamamos grieta, una confrontación peronismo y antiperonismo muy fuerte con mucha oposición civil. Sobre todo, en los sectores medios de la sociedad, en los estudiantes universitarios, los intelectuales, y la Iglesia que hace siempre de una suerte de catalizador de esos grupos. Yo digo comparándolo con el famoso dicho “todos somos el campo” del 2008; en ese momento era “Todos somos la iglesia” en todos los sectores. La Iglesia estaba cumpliendo en ese momento un papel en el que nucleaba a toda la oposición”, resumió Duzdevich el contexto del momento.
“En ese marco se da toda esa locura, una casa demencial. Y hay un capitán de la fuerza aeronaval que planea esto con el mismo concepto de Pearl Harbor que es cuando los japoneses atacan una base naval norteamericana para dar un golpe sorpresa; y allí se declara la guerra. Claro que ahí los valientes aviadores nuestros, no iban a luchar contra portaviones, sino contra trolebuses llenos de niños, autos, contra gente indefensa. Y toda la fuerza aeronaval descargaron 14 toneladas de bombas sobre el centro de Buenos Aires”, explicó el periodista y escritor.
«Alrededor de la Plaza de Mayo había grupos de civiles que eran los comandos prestos para intervenir y ocupar la Casa de Gobierno. Cuando vieron que la intentona fracasaba, se dispersaron. El planteo o la excusa era matar a Perón, pero como lo dijo él alguna vez, podrían haberlo matado en el auto porque iba todos los días a las 6 de la mañana a Casa Rosada desde donde hoy está la biblioteca nacional. No hacía falta tirar 14 toneladas de bombas sobre la ciudad. Había, además, la intención política de odio, y generar un escarmiento y descargar ese odio contra el peronismo de la peor manera que se haya visto en ese momento», relató.
«La historia es un terreno en disputa permanentemente, no hay una objetividad. En eso aparecen los olvidos voluntarios, el borrar ideas e imágenes. Durante muchos años sobre este episodio se habló del Día de la quema de las Iglesias, y quedó como título de la jornada. Cuando en realidad lo que intentaba ocultar eso, que también es un acto bárbaro, es un acto que nace del dolor y de la bronca. Y de esa manera, deliberadamente se ocultó el mayor acto de terrorismo ocurrido en la Argentina donde hubo más de 300 muertos» afirmó el periodista Duzdevich.
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