La sentencia histórica contra el ex presidente podría impactar las próximas elecciones presidenciales, siendo el primer juicio penal de este tipo en Estados Unidos.
El ex presidente y candidato a la Casa Blanca, Donald Trump, fue declarado culpable este jueves en un juicio llevado a cabo en Nueva York por falsificar documentos para encubrir un escándalo sexual durante su campaña de 2016. La decisión judicial, que marca el primer juicio penal contra un ex presidente de Estados Unidos, podría tener repercusiones significativas en las elecciones de noviembre próximo.
Trump fue encontrado culpable de 34 cargos relacionados con la falsificación de registros comerciales. La trama involucraba un pago de 130.000 dólares a la ex actriz porno Stormy Daniels para comprar su silencio sobre un supuesto encuentro sexual en 2006. Según los fiscales, el abogado de Trump, Michael Cohen, gestionó el pago y fue reembolsado por el ex presidente mediante gastos legales falsificados en los registros de la Organización Trump.
La deliberación del jurado, que duró más de nueve horas, culminó con el veredicto de culpabilidad, informó NBC News. La investigación, encabezada por el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, se centró en cómo Trump y su equipo intentaron ocultar el pago a Daniels en los días previos a las elecciones de 2016. Este juicio se suma a otros problemas legales que enfrenta Trump, incluyendo un caso federal por intentar revocar los resultados de las elecciones de 2020.
Durante el juicio, más de 20 testigos testificaron, incluidos el exjefe de un diario cercano a Trump, David Pecker, y el exabogado personal y principal acusador, Michael Cohen. Ambos testigos describieron una reunión en 2015 en la Trump Tower, donde supuestamente se ideó el plan para evitar cualquier escándalo que pudiera dañar la candidatura de Trump.
El veredicto del jurado, compuesto por siete hombres y cinco mujeres cuya identidad se mantuvo en secreto por razones de seguridad, subraya la gravedad de las acusaciones. La fiscalía argumentó que el fraude tenía como objetivo evitar que los votantes conocieran el comportamiento de Trump antes de las elecciones de 2016.
Esta sentencia no solo pone en jaque la campaña de Trump para las próximas elecciones, sino que también establece un precedente en la historia política de Estados Unidos, evidenciando que incluso un ex presidente puede ser llevado ante la justicia por sus acciones.