El sorteo de la Conmebol ha definido un complicado recorrido para Boca Juniors, que deberá enfrentar a duros rivales si avanza a los octavos de final de la Copa Sudamericana.
El lunes se llevó a cabo el sorteo de la Conmebol para la Copa Sudamericana, revelando el difícil camino que podría enfrentar Boca Juniors en su búsqueda de avanzar en el torneo. Antes de pensar en los octavos de final, el equipo dirigido por Diego Martínez debe superar el repechaje de los 16avos de final, donde enfrentará a Libertad de Paraguay, aunque la confirmación del rival definitivo se hará el 8 de junio tras los encuentros pendientes de los equipos brasileños de Porto Alegre, pospuestos debido a inundaciones.
El repechaje, programado para las semanas del 17 y 24 de julio, se estructurará enfrentando al mejor segundo de la fase de grupos de la Sudamericana con el peor tercero de la Copa Libertadores. Dependiendo de los resultados de los partidos pendientes de Inter de Porto Alegre y Gremio en la Libertadores, así como de Delfín de Ecuador en la Sudamericana, Boca Juniors podría verse afectado en su posición final, lo que determinará sus rivales en el torneo.
Si Boca Juniors logra avanzar a los octavos de final, sus posibles oponentes en los playoffs E y F incluyen a Lanús y Cruzeiro. En ambos casos, Boca tendría que definir los cruces como visitante. La eliminación de la regla del gol de visitante desde 2022 significa que cualquier empate global se resolverá mediante penales.
De avanzar a los cuartos de final, Boca Juniors podría enfrentarse a Deportivo Independiente Medellín de Colombia o Sportivo Ameliano de Paraguay. Las semifinales presentan aún mayores desafíos, con posibles encuentros contra equipos como Racing, Belgrano de Córdoba, Corinthians o Fortaleza.
El camino de Boca Juniors en la Copa Sudamericana está lleno de desafíos significativos, con la necesidad de superar a algunos de los equipos más competitivos de Argentina y Brasil para tener la oportunidad de levantar el trofeo nuevamente. La incertidumbre sobre los resultados de los partidos pendientes y la posición final de Boca en la tabla de los segundos agrega una capa adicional de complejidad a su recorrido en el torneo.