“El año pasado cuando empezó la cuarentena, en marzo, generó un cambio absoluto brusco en la actividad hotelera; acá siempre se hablaba de un 60% de ocupación promedio y de repente se fue a cero; había restricciones imprescindibles y aceptables y eso generó inactividad absoluta”, señaló.
Ammann se refirió al desarrollo de cada etapa transcurrida durante esta pandemia y explicó que, “esta cuarentena que se inició pensando que en tres o cuatro meses iba a ir pasando e iba a ser controlada y sin afectar tanto las actividades económicas; se hizo muy extensa. Motivo por el cual llegamos a octubre del año pasado prácticamente inactivo”.
En relación a este año y los conflictos sociales y de trabajadores que atravesó la región este años, el titular de la Asociación indico que “luego fue mejorando, muy poco con una ocupación de no más de 10 o 12%; y al llegar a abril de este año con los cortes de rutas de los autoconvocados de salud generaron un desquicio en la actividad económica paralizando todo el mes de abril y mayo. Nuestra actividad en Neuquén es coorporativa, por lo tanto tiene que ver con el funcionamiento de las empresas y es dependiente en gran medida de los que es la fuerza económica de la provincia que es el hidrocarburos. A partir de junio, empezó muy despacio a funcionar y estamos en líneas generales entre un 15 y 18% de actividad, habiendo tenido este fin de semana que pasó alguna actividad adicional llegando a un 30 y 33%. Pero es excepcional y puntual por las vacaciones invernales y el usar de paso.
“Estamos en una situación grave porque el nivel de ocupación para generar a un equilibrio en la parte operativa del funcionamiento de los establecimientos hoteleros, es del 40%; y en esta coyuntura seguimos con pérdidas y deudas. La gastronomía un poco mejor, pero tampoco mucho” aseguró.
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