El Nuevo Frente Popular gana las legislativas, frenando a la ultraderecha de Le Pen y dejando a Macron sin mayoría absoluta.

En un giro inesperado en la política francesa, el Nuevo Frente Popular (NFP), una coalición de izquierda, se alzó con la victoria en las elecciones legislativas, superando al bloque oficialista del presidente Emmanuel Macron y dejando a la ultraderecha de Marine Le Pen en tercer lugar. Con una participación récord del 67%, el NFP obtuvo entre 187 y 198 de los 577 escaños en la Asamblea Nacional, según proyecciones recientes.

La alianza de Macron, Juntos, quedó relegada a la segunda posición con entre 161 y 169 escaños. A pesar de los pronósticos que anticipaban una posible mayoría para la ultraderechista Agrupación Nacional (RN), el partido de Le Pen se quedó con entre 135 y 169 curules, un avance significativo respecto a los 89 diputados de 2022, pero insuficiente para alcanzar la mayoría absoluta.

Jean-Luc Mélenchon, líder del NFP, celebró los resultados como un freno al avance de la ultraderecha y exigió a Macron que nombre a un primer ministro izquierdista, subrayando que los votantes franceses han evitado “el peor escenario posible”. Por su parte, Macron, aunque reconoció la derrota de su coalición, llamó a la prudencia y destacó que su alianza sigue siendo una fuerza política significativa en el país.

Estos resultados no solo representan un revés para Le Pen, quien no logró consolidar su avance, sino también para Macron, quien deberá negociar y hacer concesiones en un escenario político más fragmentado y sin la mayoría absoluta que le permitiría gobernar sin obstáculos.