Javier Milei, actual presidente, cobró más de 100 millones de pesos actualizados como asesor de Provincia Seguros durante la gestión de Daniel Scioli en Buenos Aires. La relación entre ambos pone en entredicho las críticas de Milei al Estado.
En un giro inesperado que pone en tela de juicio la coherencia de sus declaraciones, Javier Milei, el actual presidente de Argentina, recibió más de 100 millones de pesos, ajustados a la inflación de hoy, como asesor de Provincia Seguros entre 2012 y 2015. Este hecho ocurrió durante la gobernación de Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires, quien actualmente es un funcionario clave en el gobierno de Milei.
Durante el período mencionado, Milei percibió un total de 915.520 pesos, que equivaldrían hoy a más de 100 millones de pesos. Desglosando los pagos, en 2012 recibió 32.480 pesos (equivalentes hoy a 4.773.961 pesos), en 2013, 224.040 pesos (29.708.600 pesos actuales), en 2014, 326.000 pesos (38.964.052 pesos actuales) y en 2015, 333.000 pesos (32.119.340 pesos actuales).
La revelación de estos pagos ha generado controversia, ya que Milei ha sido un crítico vehemente del Estado y de sus funcionarios, acusándolos de corrupción y despilfarro de recursos públicos. Sin embargo, no dudó en aceptar un considerable ingreso de una empresa pública durante la gestión de Scioli. La justificación de estos pagos no está clara y no se especifica qué servicios concretos brindó Milei a Provincia Seguros, lo que ha levantado sospechas sobre posibles favores políticos y la falta de una verdadera prestación de servicios.
Este vínculo económico con Scioli, quien fuera gobernador de Buenos Aires y es ahora secretario de Turismo, Ambiente y Deporte, pone de manifiesto una relación más antigua de la que Milei ha reconocido públicamente. Además, otro personaje involucrado en estos pagos es Gustavo Marangoni, quien presidía el Banco Provincia en ese entonces, y Alberto Haure, titular de Provincia Seguros, que ahora ocupa cargos importantes en el gobierno de Milei, como Secretario de Coordinación Administrativa del Ministerio del Interior y miembro ad honorem del Consejo de Administración del Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional.
Milei ha argumentado que ingresó al Estado para destruirlo desde dentro, calificándolo como una organización criminal. No obstante, este episodio plantea preguntas incómodas sobre su ética y su coherencia con las críticas que ha dirigido constantemente hacia la administración pública. En particular, llama la atención la disonancia entre su discurso antiestatal y su disposición para recibir dinero estatal en el pasado.
La situación también deja en evidencia la complejidad de las relaciones políticas y económicas dentro del gobierno y cuestiona la transparencia y la integridad de los funcionarios públicos. Tanto Scioli como Milei deberán responder a la opinión pública y explicar las circunstancias que rodearon estos pagos millonarios, que ahora han salido a la luz y generan polémica en el actual contexto político argentino.