La realización de la primera Copa Euroamericana entre Argentina e Italia, que sería un reemplazo de la habitual Copa de las Confederaciones que se celebra habitualmente un año antes de los Mundiales, tienen muchas posibilidades de llevarse a cabo en diciembre próximo en Nueva York.
El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, y el titular de la Conmebol, Alejandro Domínguez, fueron quienes iniciaron las charlas para intentar que sus federaciones se crucen en una competencias que pueda estar bajo la órbita de FIFA. El presidente, Gianni Infantino, estuvo en el Maracaná presenciando la final entre Argentina y Brasil, pero todavía a las oficinas de AFA no entró ningún pedido oficial.
La sede del partido sería el Yankee Stadium, de Nueva York, y la fecha probable en diciembre, porque ya habrá terminado en los Estados Unidos la temporada de fútbol americano (va de marzo a octubre), tiene que ver además con que en los tres meses anteriores, septiembre, octubre y noviembre, habrá fechas FIFA de Eliminatorias Sudamericanas.
Y la victoria alcanzada este domingo por Italia reforzó aun más este proyecto, habida cuenta que en Nueva York existe una gran colonia de oriundos de ese país europeo, lo que garantizaría, más allá de la siempre numerosa presencia de argentinos en cualquier parte del mundo donde juegue la selección, cubrir en gran medida el aforo de 50.000 espectadores que posee el estadio donde juegan como locales los Yankees.
Además, los organizadores también analizaron que la presencia de Lionel Messi, que posiblemente esté ante el último Mundial de su carrera en 2022, no solo completaría la taquilla en Nueva York, sino que fundamentalmente redundaría en un magnífico negocio publicitario que obviamente sería comercializado, seguramente con enorme éxito, en todos los rincones del mundo.
Argentina se consagró este sábado en el mítico escenario americano que es el estadio Maracaná ante el local Brasil y el domingo la «emuló» Italia al ser campeón en el otro templo del fútbol mundial en Europa, que es el de Wembley, y también ante el dueño de casa, Inglaterra. Ese partido, una final del mundo anticipada, se vende solo.