En un giro inesperado en la política exterior argentina, el presidente Javier Milei ha despedido a la Canciller Diana Mondino. Esta decisión se produce tras el polémico voto de Argentina en contra del embargo a Cuba, lo cual ha generado una considerable controversia tanto a nivel nacional como internacional.
Diana Mondino, quien había sido una figura clave en el diseño de la nueva política exterior del gobierno de Milei, enfrentó críticas por la postura adoptada en este voto significativo. El posicionamiento de Argentina rompió con las expectativas y desencadenó un debate sobre las alineaciones internacionales del país bajo la nueva administración.
La destitución de la Canciller se interpreta como un intento del presidente Milei de recalibrar su estrategia en asuntos externos tras la reacción negativa que suscitó la posición argentina en el escenario global. Fuentes cercanas al gobierno sugieren que este cambio busca reafirmar la dirección y coherencia de la política exterior argentina, en un momento en que la administración busca fortalecer lazos con otros países y redefinir su imagen internacional.
Este incidente ha levantado preguntas sobre la estabilidad y la dirección futura de la diplomacia argentina, y pone en relieve las tensiones dentro del gobierno respecto a cómo manejar las relaciones internacionales y los desafíos que enfrenta el país en el concierto global.