El presidente intenta despegarse del senador tras las críticas por su papel en la suspensión de subsidios energéticos. La relación entre ambos sigue generando polémica.
En medio de crecientes cuestionamientos, el presidente Javier Milei intentó marcar distancia del senador Edgardo Kueider, figura clave en la reciente decisión de eliminar subsidios energéticos en varias provincias. Sin embargo, las fuertes críticas hacia esta medida y los indicios de una relación política cercana entre ambos siguen complicando al mandatario en el ámbito político.
El vínculo Milei-Kueider bajo la lupa
El vínculo entre Milei y Kueider ha sido objeto de debate desde el inicio del gobierno. El senador, representante de Entre Ríos, fue uno de los artífices de la eliminación de subsidios a la energía eléctrica en regiones del país, lo que provocó un fuerte rechazo tanto de la oposición como de sectores oficialistas. En los últimos días, Milei aseguró públicamente que la decisión no fue tomada con su consentimiento, pero las críticas persisten.
Analistas políticos destacan que, aunque Milei se esfuerza por desvincularse del senador, las señales de apoyo mutuo durante la campaña presidencial y los primeros meses de gestión refuerzan la percepción de una estrecha alianza política.
La suspensión de subsidios: un punto crítico
La eliminación de subsidios a la energía en provincias del norte y centro del país ha tenido un impacto directo en el costo de vida de miles de familias, encendiendo la alarma entre gobernadores y líderes regionales. Desde sectores de la oposición acusan al gobierno de abandonar a las provincias más vulnerables, mientras que organizaciones sociales advierten sobre un aumento en los niveles de pobreza energética.
Por su parte, Kueider justificó la medida alegando la necesidad de reducir el gasto público y avanzar hacia un esquema más «racional» en el consumo de energía. No obstante, las explicaciones del senador no han logrado apaciguar las críticas.
Tensiones internas en el oficialismo
El caso también ha generado fricciones dentro de la coalición gobernante. Algunos aliados de Milei han manifestado su desacuerdo con la forma en que se manejó el tema, argumentando que se debería haber realizado un análisis más exhaustivo del impacto social antes de avanzar con la decisión.
«La eliminación de subsidios sin un plan de contingencia es una irresponsabilidad que afecta principalmente a los sectores más vulnerables», expresó un legislador oficialista en off the record.
Un intento de distanciamiento
En un intento por minimizar los daños políticos, Milei afirmó que las decisiones tomadas por Kueider responden a su propio criterio y no necesariamente reflejan la postura oficial del gobierno. Sin embargo, las declaraciones del presidente no han convencido a quienes ven en esta situación un reflejo de la improvisación y falta de coordinación en su administración.
«Es evidente que Milei no puede desligarse del rol que Kueider ha jugado en esta y otras decisiones clave. La percepción de que el presidente no tiene control total sobre sus aliados es preocupante», señaló un analista político.
El impacto en la agenda legislativa
La controversia en torno a Kueider amenaza con complicar aún más el clima en el Senado, donde el oficialismo enfrenta dificultades para avanzar con su agenda legislativa. Proyectos como la reforma tributaria y la nueva ley de hidrocarburos, considerados prioritarios por el gobierno, podrían encontrar resistencia en un contexto de tensiones políticas crecientes.
Mientras tanto, desde la oposición buscan capitalizar el malestar generado por la eliminación de subsidios. «El gobierno de Milei está dejando en claro que no le importan las provincias ni la gente que más lo necesita», aseguró un senador opositor.
Un desafío para Milei
La situación pone en evidencia uno de los principales desafíos del presidente: consolidar su liderazgo y garantizar una mayor cohesión dentro de su coalición. A medida que las críticas hacia Kueider se intensifican, Milei deberá demostrar su capacidad para manejar las tensiones internas y recuperar la confianza tanto de sus aliados como de la ciudadanía.
Con un escenario político cada vez más complicado, el caso Kueider se perfila como una prueba crucial para la estabilidad del gobierno de Javier Milei.