Con el objetivo de mejorar la calidad del cannabis medicinal y extender el tratamiento a más afecciones, un laboratorio israelí desarrolló un dispositivo ecológico y altamente confiable que permite a los productores testear y garantizar la calidad del producto que llega a los laboratorios. Eric Turiansky, miembro del “Grupo de Estudio y Trabajo” en Cannabis de la Facultad de Agronomía de la UBA, y parte del equipo de Cultibaires / GemmaCert Argentina; habló con Tercer Puente por Radio 10 Neuquén.
El dispositivo llamado GemmaCert consiste en una cápsula en la que se analizan flores secas (más conocidas como cogollos), flor molida, biomasa, y extractos a base de etanol. Cuenta con inteligencia artificial. Trabaja con un motor que hace girar la flor pudiendo obtener 24 tomas a cada muestra. Entre esas 24 tomas se hacen unos cálculos por sofisticados algoritmos que las comparan con una base de datos codificada de más de 300 mil testeos, siendo la base de datos de cannabis más grande del mundo. El analizador viene con un panel de control que se usa desde la PC donde se ven todos los resultados.
«Hay muchos productores de aceite de cannabis que hoy están entendiendo la importancia de poder testear antes de realizar el aceite, porque para fabricarlo hay que testear la flor y el extracto que se va a mezclar luego con el aceite para diluir en los distintos recipientes en los que se va a dispensar al público. Hoy con GemmaCert se logra saber exactamente lo que se está vendiendo y dispensando a los clientes”, expresó Gastón Chait, CEO de Cultibaires y representante en Argentina de GemmaCert, empresa biotecnológica que desarrolló dicho dispositivo.
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