Hace una década, se estableció en Argentina el primer modelo clásico de juicio por jurados. Ahora, la provincia refuerza su compromiso con la participación ciudadana al inaugurar el primer Tribunal Municipal de Jurados del país en San Patricio del Chañar. Esta iniciativa otorga a los residentes locales la responsabilidad de tomar decisiones sobre los conflictos más significativos que les afectan directamente.
Este acontecimiento no solo se limita a una conversación en el ámbito institucional, sino que trasciende y reabre debates fundamentales sobre el modelo constitucional que rige la administración de justicia. Este modelo busca infundirle mayor calidad democrática, y resalta dos pilares cruciales del proyecto constitucional original que, hasta ahora, parecían haberse relegado en el ámbito local: el principio republicano de poderes y el principio de autonomía municipal.
Aunque nuestra Constitución defiende el principio republicano de división de poderes, que implica la distribución de funciones de gobierno entre Ejecutivo, Legislativo y Judicial, la mayoría de las municipalidades no cumplen con este precepto. En su lugar, se replica un modelo de distribución bipartita del poder, donde los actores centrales son el Ejecutivo y los Concejos Deliberantes.
Además, desde la reforma de 1994, nuestra Constitución consagra la autonomía municipal, que permite a cada municipio establecer sus regulaciones en ámbitos institucionales, políticos, administrativos, económicos y financieros. Sin embargo, hasta la fecha, ningún municipio del país ha emprendido la creación de su propia administración de justicia.
Esta ausencia institucional, cuyos efectos a menudo pasan desapercibidos, se agrava por la ineficacia demostrada por las administraciones de justicia locales en la gestión de conflictos, lo que da lugar a la escalada de problemas sociales y al creciente descontento ciudadano.
A ello se suma el arraigo de las prácticas judiciales inquisitivas entre los operadores del sistema, lo que perpetúa una cultura procesal que encamina los conflictos más graves de una comunidad hacia expedientes.
En la realidad, son los gobiernos locales, por su proximidad y contacto directo, los que generalmente atienden los conflictos cotidianos de la gente. Por tanto, la introducción de un Tribunal Municipal de Jurados, considerado como un nuevo paradigma en la justicia municipal, nos brinda la oportunidad de debatir sobre la importancia de que cada municipio disponga de su propio Poder Judicial.
Esta discusión debe ir de la mano con la participación ciudadana, ya que la construcción de una democracia de mayor calidad exige el compromiso de la sociedad. Sin embargo, esta participación no debe ser meramente simbólica, sino que debe empoderar a la sociedad para tomar decisiones, tal como lo permite esta institución.
El Tribunal estará compuesto por siete ciudadanos de San Patricio del Chañar, elegidos de manera equitativa en cada caso a través de un sorteo, respetando la equidad de género. La participación será libre y voluntaria, y el municipio proporcionará un registro donde los ciudadanos podrán inscribirse como candidatos a jurados.
Una de las características distintivas de este Tribunal es que las audiencias serán simples, orales y públicas. En ellas, el jurado escuchará los argumentos y luego deliberará para decidir, de manera unánime, si la persona acusada es culpable o no, en casos que abarcan faltas graves como daños a la salud o al medio ambiente, corrupción o abuso de funcionarios, entre otros.
Estas características presentan al jurado vecinal como una oportunidad histórica para superar el actual modelo de ejercicio de poder, que se centra en aspectos administrativos y de infracción, y avanzar hacia un modelo donde la gestión del conflicto y el establecimiento de reglas de responsabilidad sean primordiales. Este nuevo paradigma reconoce que las sociedades democráticas son, en su esencia, conflictivas y requieren espacios institucionales para escuchar, atender y canalizar dichos conflictos.
La decisión tomada por San Patricio del Chañar es un ejemplo de cómo los municipios pueden contribuir a la gestión de la conflictividad social. El Tribunal Municipal de Jurados será una pieza fundamental para evitar que los conflictos se agraven y para resolverlos en el seno de la propia comunidad. Este enfoque representa una nueva forma de participación ciudadana que comienza a florecer en Argentina, permitiendo a los habitantes de San Patricio del Chañar establecer, con el tiempo y a través de decisiones en casos concretos, sus propias normas de convivencia ciudadana. En palabras de Alberto Binder: «No deseamos una sociedad de súbditos obedientes, sino una sociedad con reglas claras y ciudadanos responsables».