Lucila Crexell será designada embajadora en la UNESCO en un controversial acuerdo político que influirá en la votación de la Ley Bases. El cambio podría alterar el equilibrio de poder en el Senado y deja sin representación afín al gobernador neuquino.
Este martes ingresó al Senado el pliego para la designación de la senadora Lucila Crexell como embajadora argentina ante la UNESCO en París, un movimiento político que ha generado una fuerte controversia en los círculos de poder y que coincide estratégicamente con la votación crucial de la Ley Bases. Este nombramiento, confirmado a pocas horas del debate legislativo, pone en evidencia la compleja trama de negociaciones que se tejen en el ámbito político nacional.
La situación tomó un giro dramático el fin de semana cuando se supo que el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, había intervenido para retrasar la designación de Crexell. Según informó La Política Online, Figueroa mantuvo conversaciones con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, buscando evitar que la senadora se apartara de la línea dura en el tratamiento del proyecto de ley. El malestar del gobernador se debe a que Crexell habría negociado su nombramiento directamente con la vicepresidenta Victoria Villarruel, lo que fue interpretado como un movimiento individualista que desestabiliza el apoyo provincial a la ley.
El pacto que ha permitido a Crexell asegurar su puesto como embajadora implica que su voto será decisivo en la aprobación de la Ley Bases, un proyecto que ha polarizado a la clase política. Este tipo de maniobras no es inusual en la política argentina, pero la rapidez con la que se ha llevado a cabo y la falta de consenso han dejado a muchos legisladores y ciudadanos con un sabor amargo. En la antesala de la votación, el panorama en el Senado era incierto, y el apoyo de Crexell se convirtió en un factor determinante.
La designación de Crexell como embajadora facilitará que el diputado radical Pablo Cervi, o en su defecto la radical Ayelén Fernández, asuma su lugar en el Senado. Este cambio debilita la posición del gobernador Figueroa, ya que perderá una aliada clave en la Cámara Alta. La llegada de un senador radical podría inclinar la balanza hacia un bloque opositor más fortalecido, dejando a Figueroa sin un representante que defienda sus intereses en el Congreso.
El nombramiento de Crexell ha provocado reacciones mixtas en el ámbito político. Por un lado, el peronismo, representado por los senadores Oscar Parrilli y Silvia Sapag, ve en este movimiento una oportunidad para consolidar su influencia en el Senado. Por otro lado, los aliados de Figueroa han expresado su descontento y preocupación por la falta de coordinación en la estrategia legislativa.
«Este tipo de acuerdos refleja la falta de cohesión y la tendencia a priorizar intereses personales sobre el bienestar colectivo,» comentó un analista político. «Es una táctica que podría tener implicaciones significativas para el equilibrio de poder en el Senado y para la gobernabilidad en Neuquén.»
El impacto de este acuerdo se extiende más allá de las fronteras de la provincia, ya que la Ley Bases es un proyecto de alto perfil que busca implementar reformas fundamentales. La votación, prevista para este miércoles a las 10 de la mañana, se ha convertido en un punto de inflexión que podría determinar el rumbo de la política argentina en los próximos meses.