
El Partido Socialista de Cataluña (PSC) lidera las elecciones regionales catalanas, pero necesitará pactar con otras fuerzas para formar gobierno, dado que la mayoría independentista se desvanece.
En las elecciones regionales catalanas celebradas este domingo, el Partido Socialista de Cataluña (PSC) ha emergido como el vencedor, obteniendo alrededor de 42 escaños. Sin embargo, para alcanzar la presidencia de la Generalitat, el candidato del PSC, Salvador Illa, deberá pactar su investidura con otras fuerzas políticas, como el independentista ERC y Comuns Sumar.
El partido independentista Junts, liderado por Carles Puigdemont, se posiciona como el segundo partido más votado, con 34 diputados, mientras que el actual gobernante, ERC, obtiene alrededor de 20 escaños.
A pesar de la victoria del PSC, ningún partido logra la mayoría absoluta de 68 escaños. La suma de los partidos independentistas, que anteriormente formaban una mayoría, no alcanza este número, con 59 escaños en total.
Esta situación deja a los socialistas en la necesidad de buscar alianzas para gobernar. Una opción podría ser buscar el apoyo de la izquierda radical y seducir a ERC, aunque esto supondría una ruptura con la colaboración separatista de casi una década.
Los resultados también revelan cambios significativos en el panorama político catalán, como la desaparición del partido liberal Ciudadanos y la entrada en el Parlamento regional de Aliança Catalana, una formación de extrema derecha independentista.
Aunque los socialistas lideran las elecciones en Cataluña, la necesidad de pactar para formar gobierno refleja un escenario político complejo y una disminución en la fuerza de la mayoría independentista.